5. Fonología suprasegmental

 

Prosodia

Fuentes para esta clase:

Dorta, J. (2008). La focalización prosódica: funcionalidad en los niveles lingüistico y pragmático. Estudios de fonética experimental, 17(February), 106–138.

Gurlekian, J. A., Colantoni, L., & Torres, H. (2001). El alfabeto fonético SAMPA y el diseño de corpora fonéticamente balanceados. Fonoaudiológica. Editorial ASALFA., 47(3), 58–69.

Hualde, J. I., Olarrea, A., Escobar, A. M., & Travis, C. E. (2009). Introducción a la lingüística hispánica. Cambridge University Press.

Narayanan, S; Goldstein, L.; Byrd, D, et al. Speech production and articulation knowledge group. University of Southern California webpage. http://sail.usc.edu/span/resources.html

Real Academia Española. Nueva gramática de la lengua española: Fonética y fonología. Espasa Libros, 2011.

Prieto, Pilar & Roseano, Paolo (coords). 2009-2013. Atlas interactivo de la entonación del español. http://prosodia.upf.edu/atlasentonacion/

Real Academia Española. 2011. Las voces del español. Tiempo y espacio. DVD. (acompaña a la Fonética y Fonología de la NGLE). Espasa.  (Disponible en el Centro de Estudiantes).

Real Academia Española. 2011. Nueva Gramática de la Lengua Española. Fonética y Fonología. Madrid. Espasa.

Real Academia Española, 2010. Ortografía. Madrid. Espasa.

Los temas que deberán buscar son los siguientes:

* SEGMENTOS Y SUPRASEGMENTOS

Diferencia entre segmentos y suprasegmentos. Pista: esto permite agrupar, por una parte, vocales y consonantes como segmentos mínimos, y por otro, acento y tono como propiedades suprasegmentales inseparables de los segmentos. Cualquier segmento pronunciado tiene alguna propiedad acentual y tonal.

* SÍLABA Y ACENTO

Qué es una sílaba, qué se necesita para constituir una sílaba. Partes de la sílaba (ataque, núcleo, coda). Sílabas tónicas y átonas.Reglas de silabificación en español. Diptongos, hiatos y sinalefas. Consonantes y grupos consonánticos posibles en el ataque silábico y en la coda. Vocales y diptongos posibles en el núcleo. Grupos consonánticos, diptongos y triptongos del español.

Qué es el acento. Propiedades acústicas y articulatorias del acento de intensidad. La ventana de las tres sílabas del español. Acento oxítono, paroxítono y proparoxítono (agudas, graves y esdrújulas). El acento como rasgo fonológico: líquido, liquido, liquidó. Propiedades acentuales del español. Diferencia entre acento y tilde. Reglas ortográficas de uso de la tilde.

La palabra como unidad fonológica. Acentuación de monosílabos: palabras fonológicas o clíticos.

Tono y entonación. Propiedades acústicas y articulatorias de la entonación. La entonación como propiedad fonológica del español: No! No? No. La entonación no marcada (“de tipo neutro” según el Atlas interactivo de la prosodia del español): interrogación absoluta e interrogación parcial, entonación declarativa (o asertiva), entonación imperativa (exhortativa) y entonación de vocativo o apelativa. La entonación marcada (o de tipo no neutro): foco y foco contrastivo, interrogación antiexpectativa; pregunta imperativa.

PROSODIA

La prosodia es una subdisciplina de la fonética que estudia los fenómenos acústicos que afectan a uno o varios segmentos fonéticos simultáneamente. Se dice que son factores suprasegmentales porque son resistentes a la segmentación: la prosodia no identifica sus unidades por medio del método de segmentación y sustitución, ya que los rasgos prosódicos pueden afectar a un único segmento (como el acento de intensidad) o a un grupo de segmentos (como la entonación interrogativa, por ejemplo), sin que sea posible separar claramente el fenómeno prosódico del segmento. Todos los segmentos fónicos tienen algún factor prosódico asociado, aunque nunca puedan separarse los segmentos de los “suprasegmentos” o rasgos prosódicos.

Acentuación

Los factores prosódicos nos permiten identificar distintos patrones de acentuación léxica. Identificamos, entonces, que las palabras del español pueden ser átonas (sin acento léxico) o tónicas (con acento léxico).

Las palabras tónicas pueden ser graves, agudas o esdrújulas. Técnicamente, hablamos de palabras oxítonas (agudas), paróxitonas (graves) o proparoxítonas (esdrújulas).

Entonación

Los rasgos prosódicos nos permiten distinguir la entonación declarativa (también llamada, en general, asertiva) de la entonación interrogativa. A su vez, la entonación interrogativa difiere si es una interrogación total, que se responde con sí o no (¿Tenés hambre?) de una entonación parcial, que comienza con un pronombre interrogativo (Quién tiene hambre? Qué querés comer?). Algunos consideran, además, que los patrones prosódicos exhortativos y apelativos constituyen una categoría diferente.

Viene. (Declarativa afirmativa)

No viene (Declarativa negativa)

¿Viene? (Interrogativa total)

¿Quién viene? (Interrogativa parcial)

¡Viene! (Exclamativa)

¡Dale, vení! (Apelativa)

FOCO

En general, los ítems que ya han sido nombrados en el discurso o los que se presupone que se comparten con el interlocutor (llamados, semánticamente, información dada) son prosódicamente menos relevantes que los que llevan la información nueva. Tanto es así que, en español, la información dada en función sujeto puede omitirse totalmente y estar prosódicamente ausente.

El foco es un fragmento del enunciado acentuado o destacado prosódicamente. Habitualmente se trata del fragmento que lleva la información no presupuesta o no compartida por los interlocutores. La mayor prominencia se concreta como una prominencia tonal, es decir, el foco es la subida tonal de un fragmento del enunciado respecto de los tonos precedentes. Todos los enunciados tienen algún foco, es decir, algún fragmento que se destaca tonalmente del resto.  

El método gramatical para identificar el foco de una oración declarativa es contextualizar el enunciado partiendo del supuesto de que una oración declarativa es la respuesta a una pregunta supuesta o implicada. Así, podemos delimitar el foco a partir de la prueba de la pregunta-respuesta. La pregunta constituye el contexto previo que motiva la respuesta, donde efectivamente aparece el foco. La prueba de la interrogación es uno de los métodos experimentales habituales para provocar que uno o más ítems léxicos o toda la oración se focalicen a partir de preguntas pronominales previas. Así, por ejemplo, a partir de la pregunta pronominal [2] se obtiene la declarativa [3], que es en su conjunto el foco, en tanto no es presupuesta por los interlocutores.

[F Un cura denunció a los narcos de Itatí]
[2] – ¿Qué pasó?

[3] – Un cura denunció a unos narcos en Itatí.

En cambio, si el contexto es la pregunta [4], en [5] el sujeto constituye la presuposición y el predicado es el foco [F].

[4] ¿Qué hizo el cura?

[5] El cura [F denunció a los narcos de Itatí].

El cura [F denunció a los narcos de Itatí]
El cura [F denunció a los narcos de Itatí]

De los ejemplos anteriores se deriva, entonces, que el foco puede variar de extensión. Así, toda una oración puede estar focalizada como es el caso del ejemplo [3], en cuyo caso se habla de foco neutro o normal; también se puede focalizar sólo una parte de la oración como es el caso del ejemplo [5] donde está focalizado sólo el predicado, en cuyo caso se habla de foco amplio; el foco puede identificarse también con con un solo constituyente o incluso una sola palabra, en cuyo caso se habla de foco restringido o estrecho como en el ejemplo de [6] [6] a. Contexto: ¿Qué compró María?

b. María compró [F un traje]

La prueba de la interrogación nos permite ver cómo, partiendo del contexto interrogativo [7], el foco en [8] se situaría al final.

[7] ¿Dónde compraste el traje?

[8] Lo compré [F en la tienda].

En cambio, ante la pregunta [9], en la respuesta [10] el foco puede situarse al inicio o al final.

9] ¿Quién compró el traje?

[10] [F María] lo compró // Lo compró [F María]

La prominencia prosódica permite desambiguar el ámbito del foco. En una oración declarativa escrita y aislada, como [11], no podemos saber cuál es el foco sin saber el contexto de producción.

[11] El cura denunció a los narcos de Itatí.

Gramaticalmente, entonces, tenemos que identificar si esa oración declarativa aislada es la respuesta a 12a, 12b o 12c.

[12] a. ¿Qué ocurrió?

b. ¿Qué denunció el cura?

c. ¿Qué hizo el cura?

Según la pregunta que supongamos, el foco puede ser toda la cláusula como en [13a], el predicado verbal como en [13 b] o el objeto directo como en [13 c].

El cura denunció [F a los narcos de Itatí]
El cura denunció [F a los narcos de Itatí]
[13] a. [F El cura denunció a los narcos de Itatí]

b. El cura [F denunció a los narcos de Itatí]

c. El cura denunció [F a los narcos de Itatí]

Todos estos son ejemplos de focos no marcados, es decir, de prominencias tonales normales en estructuras esperadas en la interacción discursiva. Existen, además, otros patrones prosódicos que marcan una emisión contra-expectativa, es decir, inesperada en relación con la interacción discursiva. El caso más característico es el foco contrastivo, en el que se destaca algún segmento de la emisión para contrastarlo que algo que ya se haya mencionado: